lunes, 10 de marzo de 2025
FOTOS DEL CUENTACUENTOS DE ROBERTO MALO EN AYERBE
RESEÑAS DE "EL CONTADOR DE PERSONAS" (19)
sábado, 8 de marzo de 2025
"LOS PLIEGUES DEL TIEMPO", MI COLUMNA SEMANAL EN EL PERIÓDICO DE ARAGÓN
El tiempo es un concepto inasible. Todos hemos
perdido mucho tiempo intentado aprehender su misterio, sin conseguirlo. Sin
poder evitarlo, el tiempo se nos escapa entre los dedos. Cuando era más joven,
¿hace veinte años tal vez?, me leí una novelita corta de la escritora Elia
Barceló, titulada El secreto del orfebre.
Recuerdo que me gustó bastante, era una preciosa historia de amor que jugaba
con la idea del eterno retorno del filósofo Friedrich Nietzsche. Y una vez
leída, como tantas historias, supongo que ocupó un pequeño lugar en mi mente
hasta que poco a poco ese espacio fue menguando hasta casi desparecer. Pero no
del todo, siempre quedan brasas de la hoguera de la lectura. Y pasaron veinte
años. Y un buen día en el cine vi el tráiler de una película española que se
iba a estrenar con el mismo título. Y recordé haber leído la novela en la que
se basaba, y haberla disfrutado, pero los pormenores de la trama se me
escapaban entre las brumas de los recuerdos. Así que la semana pasada volví a
sus páginas y volví a sumergirme en su historia. Es una novela de poco más de
cien páginas, con letra hermosa (cosa siempre de agradecer, que ya tenemos una
edad), así que relativamente me llevó poco tiempo volver a revivir a sus
personajes. Me gusta leer (y releer) novelas y luego ver su adaptación fílmica,
para comparar y disfrutar de su nuevo formato, así que esta semana mi mujer y
yo nos dimos el capricho de ir al cine a ver la película homónima que la
cineasta Olga Osorio adapta y dirige con mimo y sensibilidad. Soy un romántico
irredento, lo confieso, y este tipo de historias son mi perdición. Me emociono
a la mínima, y lloré como una magdalena en varios momentos. Afortunadamente, no
fui el único. Al acabar la proyección, se levantaron una pareja de jóvenes de
la fila de delante y le dijo el chico a su chica: “Madre mía, cómo me he
hartado de llorar”. Y me vi reflejado en ellos, como si fueran una versión más
joven de nosotros mismos. Me encantó que en un momento dado los protagonistas de
la película citan la canción Te conozco,
de Silvio Rodríguez: “De niño te conocí, entre mis sueños queridos. Por eso,
cuando te vi, reconocí mi destino”. Y yo recordé que le cantaba esa canción a
mi santa cuando empezamos a salir, hace más de treinta años, sintiendo lo mismo
que expresaba la canción. Todo retorna.
"Los pliegues del tiempo", mi columna semanal en El Periódico de Aragón de hoy sábado 8 de marzo.
jueves, 6 de marzo de 2025
CUENTACUENTOS DE ROBERTO MALO EN BAILO
12:00 horas
CUENTACUENTOS DE ROBERTO MALO
Biblioteca Municipal
Bailo
(Huesca)
¡Nos vemos!
martes, 4 de marzo de 2025
CUENTACUENTOS DE ROBERTO MALO EN AYERBE
17:00 horas
CUENTACUENTOS DE ROBERTO MALO
Biblioteca Municipal
Ayerbe
(Huesca)
¡Nos vemos!
sábado, 1 de marzo de 2025
"VIGALONDO FOREVER", MI COLUMNA SEMANAL EN EL PERIÓDICO DE ARAGÓN
Esta semana he ido al cine a ver Daniela Forever, el quinto largometraje
de Nacho Vigalondo, y como se suele decir en estos casos: no hay quinto malo. El
cineasta de Cabezón de la Sal está cimentando una filmografía inclasificable e
impecable, abonada a la ciencia ficción y la fantasía. Tras abordar los viajes
en el tiempo y las paradojas temporales en Los
cronocrímenes (su magistral ópera prima), los contactos con alienígenas en Extraterrestre (su romántica marcianada con
aires de Muchachada Nui), las nuevas tecnologías y sus peligros en Open Windows (su salto al inglés con
Sasha Grey y Elijah Wood) y los monstruos gigantes de la cultura japonesa en Colossal (tal vez su mejor filme, con
una colosal Anne Hathaway y un tremendo Jason Sudeikis), llega ahora el momento
de sumergirse en el mundo de los sueños. Daniela
Forever es su gran película onírica y, para los que nos pierden los sueños,
supone todo un festín para los sentidos. Nicolás (Henry Golding) y Daniela
(Beatrice Grannò) forman la pareja protagonista de este nuevo peldaño en el
personal universo de Vigalondo, donde chico conoce chica, chico pierde chica
tras un accidente mortal, y chico se vuelca en sueños lúcidos a través de un
fármaco experimental para volver a estar con su chica de alguna manera, aunque
con consecuencias imprevisibles. Los sueños los vemos en formato panorámico de
alta definición y el mundo real aparece en formato Betacam cuadrado,
diferenciando así claramente el mundo onírico de la vigilia. Vigalondo nos
regala una cinta surrealista e hipnótica, con imágenes poderosísimas, giros
incómodos que no te esperas y una lúcida reflexión sobre el duelo y su aceptación.
En un sueño el protagonista decide volver al lugar donde fue más feliz trabajando,
una especie de casa del terror, y se disfraza con el mismo atuendo que llevaba
entonces, de vampiro genérico, pero esta vez con una sierra mecánica, y Daniela
decide acompañarlo disfrazada de tiburón, pero con pistola. Al salir del cine,
maravillado y todavía dándole vueltas a la trama, decido que ya tengo disfraz
para mí y para mi pareja en este Carnaval: de vampiro con motosierra y de
tiburón con pistola, claro que sí, como homenaje a uno de los creadores más
originales del cine patrio, y uno de los más internacionales, por cierto. ¡Viva
Vigalondo! ¡Y viva el Carnaval!
"Vigalondo forever", mi columna semanal en El Periódico de Aragón de hoy sábado 1 de marzo.
jueves, 27 de febrero de 2025
RESEÑAS DE "LA BRUJA ANACLETA" (7)
RECOMENDACIÓN

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